Inquietudes, curiosidades, anécdotas, técnicas de dominio mundial... Toda una amalgama de pensamientos que espero no le comentes a alguien que entienda la dilatación gravitacional del tiempo y conozca mi nombre.
domingo, 16 de diciembre de 2012
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Descripciones
Y pasé por su lado… Y ya no me parecía el mismo. Aquel árbol había cambiado en esencia de un día para otro. No pensaba igual, no sentía igual, las hojas se perdían en la sombra que daba el gigante. ¡Estaba más inclinado de lo normal! Se percibía un daño que brotaba en forma de resina de su interior: un agujero diminuto que antes no estaba.
En su copa, un pajarito "kiwi" movía la cabeza de un lado para otro buscando el alma de aquel árbol. Los niños le tiraban piedras, las autoridades locales llamaban a los bomberos para recuperar aquel extraño ser exótico. Pero no se fijaban en el árbol… Yo, en cambio, solo podía contemplar el leve movimiento de sus ramas causado por una suave brisa que acariciaba hasta a la pequeña ave allí posada. Por un momento, me pareció ver otro aura observadora: un águila imperial, ave rapaz. No miraba al indefenso escalador (puesto que ellos no tienen alas), no, miraba fijamente a aquel árbol con talante tranquilo y firmeza oriental. Pero en aquel mismo instante, el árbol pareció moverse, pareció hablar, pareció observador como la ermitaña solitaria. Nadie consiguió llegar donde estaba el forastero montañero. El pueblo se esparció.
Ya era de noche… Y allí estábamos los tres despistados. Quietos. Impasibles. Viendo como cada cual nos observábamos unos a otros, unidos por el ahora cambiado vegetal. "No es el mismo, no es el mismo…" pensaba yo, que lo veía todos los días.
Ahora ya hace cuatro años de eso. No he vuelto a pasar por ahí. No lo he vuelto a ver, no lo volveré a ver, no pienso volver a verlo… Porque él sufría mucho, más de lo que todos se imaginan. Pero no soy un cobarde, aquella noche pintada de morado ennegrecido los tres animales le desarraigamos y lo pusimos en medio de la nada, donde solo estaba él. No había absolutamente nada a miles de kilómetros a su alrededor. Nos fuimos y brilló. Volvía a ser el mismo de siempre. Allí sigue hoy en día, o al menos eso dicen los vientos.
martes, 11 de diciembre de 2012
Lo siento
"Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible.
Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.
[...]
Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Soldados:
En nombre de la democracia, debemos unirnos todos"
Charles Chaplin
"El Gran Dictador"
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